¿En qué consiste el tratamiento?
En la cirugía del cristalino nos podemos encontrar con dos situaciones poco frecuentes: o bien debemos implantar de forma secundaria una lente intraocular (LIO) o bien cambiar una LIO que el paciente lleve ya colocada en una anterior cirugía.
¿Cuándo está indicado este tratamiento?
Los implantes secundarios se realizan o bien en pacientes que no llevan LIO o en pacientes que ya llevan una LIO y les añadimos una segunda lente para corregir un defecto de la graduación, un defecto refractivo.
Los implantes secundarios en pacientes que no tienen cristalino se realizan en aquellos casos en los cuales ha habido un accidente por el cual el cristalino ha tenido que quitarse, se ha producido una catarata traumática y durante la cirugía el cirujano ha decidido no colocar ninguna lente.
O bien en aquellos casos en los que el cristalino se ha luxado a la cámara vítrea, el paciente debe ser operado por un cirujano de vítreo retina para eliminar el cristalino y el cirujano de cámara anterior implanta la LIO de forma secundaria.
Los intercambios de lente significan quitar una lente que ya se había colocado al paciente y poner otra. Las causas pueden ser múltiples.
Generalmente los intercambios de lente se hacen cuando ha habido un error el en cálculo de la lente o lo que llamamos nosotros una sorpresa refractiva, hemos calculado una lente, la hemos implantado y el paciente ha quedado con una graduación con la que no está satisfecho y que no se puede corregir por otros medios.
Normalmente se hace en grandes errores, más de 2, 3 y 4 dioptrías. Otra causa de intercambio de lentes puede ser que la lente que se haya colocado se haya opacificado con el tiempo, esta situación también es rara y poco frecuente, pero en algunos casos con el paso de los años hemos visto que algún modelo particular de lente se podía opacificar.
¿Cómo se realiza?
Los implantes secundarios se pueden colocar en la cámara anterior o en la cámara posterior, o sea delante o detrás del iris, del color de los ojos. Los implantes de cámara posterior los podemos colocar suturados a la pared escleral. Implantamos una lente y mediante dos suturas la fijamos a la pared de la esclerótica.
Estas lentes permanecen así fijadas durante mucho tiempo, generalmente toda la vida, aunque estas suturas, con el paso de los años en algún caso especial pueden romperse y requerir de nuevo una fijación en una siguiente intervención.
También se puede colocar una lente de fijación iridiana, estas lentes tiene dos patitas a modo de cangrejo que se fijan con un pellizco en el tejido del iris, se pueden colocar detrás o delante del iris.
Preferimos colocarlas detrás del iris, ya que están separadas de la córnea y así no provocan ningún daño sobre el endotelio corneal, aunque en algunas ocasiones, para facilitar su visualización y evitar que se caigan a la cavidad vítrea, las colocamos en la cara anterior del iris.
Intercambiar una lente consiste en sacar la lente de donde está colocada, generalmente dentro del saco capsular.
No es una cirugía fácil, hay que hacerla con mucha precaución y meticulosidad para evitar romper el saco capsular y quedarnos sin soportes para la nueva lente. Si conseguimos sacar bien la lente del saco capsular podemos emplearlo como soporte para implantar una segunda lente, ya de la graduación que nosotros queramos.