La cirugía del iris: avances y aplicaciones
24/12/2024
09/09/2022
Solemos acudir a la óptica cuando notamos cambios en nuestra visión o bien cuando se nos rompen las gafas. En realidad, es aconsejable realizar una revisión anual para detectar alteraciones o patologías que no presentan síntomas, como el glaucoma. No debemos esperar a percibir un deterioro de nuestra visión para someternos a una revisión de nuestros ojos. Detectar ciertas patologías a tiempo puede evitar consecuencias irreversibles.
Más allá de tener en cuenta esta recomendación, existen síntomas que pueden indicarnos que nuestra graduación ha cambiado y, por lo tanto, es necesario revisarla para determinar si ha habido alguna variación. Si empezamos a ver borroso a media o larga distancia, o si notamos que la vista se nos cansa más de lo habitual es aconsejable acudir a un especialista. Si tenemos dolores de cabeza frecuentes o aparecen dificultades para efectuar tareas a poca distancia también es recomendable efectuar una revisión de nuestra graduación.
Si somos usuarios de lentes de contacto debemos acudir a la revisión sin haberlas usado durante las 24 o las 48 horas previas, en función de si son blandas o semirrígidas. Esto es debido a que su uso modifica la geometría de nuestra córnea y el resultado no se ajustaría a la realidad.
Raúl Angulo, optometrista del Centro de Oftalmología Barraquer