La cirugía del iris: avances y aplicaciones
24/12/2024
23/05/2016
El sentido de la visión es el sentido con el que nos relacionamos, valoramos distancias, interpretamos los colores y nos comunicamos en muchos sentidos con el exterior.
Para nuestra especie tiene un gran valor emocional. El ojo es una prolongación del cerebro. La luz llega a los fotorreceptores de la retina que se unen a las células bipolares, las bipolares a las ganglionares y de aquí pasa al cerebro por el nervio óptico.
La ceguera cortical se debe a una lesión en las áreas visuales primarias del lóbulo occipital del cerebro, sin alteración de los órganos visuales (ojos y nervio óptico). Las personas que la padecen pueden percibir la luz y el movimiento de objetos, por lo que rara vez chocan y dan la sensación de una falsa ceguera. Es necesario diferenciarla del síndrome de Münchhausen o ceguera simulada.
La ceguera cortical es una patología bilateral. Las causas más frecuentes son los accidentes cerebrovasculares (ictus), traumatismos cerebrales (debido principalmente a accidentes de tráfico o laborales) con hemorragia cerebral asociada y deterioro del lóbulo occipital, y las infecciones como meningitis o encefalitis.
Se manifiesta con pérdida repentina de la visión, alucinaciones visuales, agnosia visual (el paciente puede no ser consciente de que no ve nada), no se siente dolor, los ojos no se ponen rojos y las pupilas continúan siendo reactivas a la luz.
La ceguera cortical o discapacidad visual neurológica en niños puede presentarse desde el nacimiento y en cualquier caso requiere de cuidados especiales.
Entre sus causas se encuentra la falta de oxígeno antes, durante o después del nacimiento; una infección intrauterina o perinatal de las membranas que protegen el cerebro (meningitis), o debido a una lesión ocasionada por un traumatismo.
La evaluación de la discapacidad visual neurológica no se puede efectuar hasta los cuatro meses de edad, ya que antes de este tiempo no se ha completado el desarrollo del sentido de la vista en el niño, quien al nacer sólo percibe formas o colores y se guía, más bien, por el tacto, el olfato y el oído.
La ceguera cortical transitoria es una complicación infrecuente de las exploraciones con contraste. Su etiología parece estar relacionada con la toxicidad directa del contraste acumulado en las zonas más bajas, facilitado por el paso a través de las arterias vertebrales durante la cateterización de la arteria mamaria.
Su resolución suele ser completa en el curso de varios días y no contraindica nuevas exploraciones con contraste.
La ceguera cortical no tiene tratamiento pero es esencial tratar cualquier enfermedad neurológica que sea la causante o esté asociada. En edad pediátrica es importante iniciar tratamiento precoz para estimular el desarrollo visual.
Dr. Santos Muiños