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Fotoqueratitis y riesgo de ceguera por la exposición a la nieve

Fotoqueratitis

03/01/2024

Con la llegada de la temporada invernal, disfrutar de la nieve puede convertirse en un riesgo para la salud ocular. La fotoqueratitis es una afección dolorosa que puede ser causada por la exposición excesiva a la radiación ultravioleta (UV) reflejada por la nieve. Normalmente solo implica molestias temporales, pero conlleva un riesgo real de ceguera si no se aborda adecuadamente.

La fotoqueratitis es esencialmente una quemadura en la córnea, el tejido transparente en la parte frontal del ojo. La nieve puede reflejar hasta el 80% de la radiación UV del sol, lo que significa que los ojos pueden estar expuestos a niveles peligrosos de radiación incluso en días nublados. Cuando estamos en un entorno nevado y soleado, los rayos UV pueden dañar la córnea en cuestión de minutos, dando lugar a la fotoqueratitis.

Los síntomas de la fotoqueratitis incluyen enrojecimiento ocular, sensación de arenilla en los ojos, lagrimeo excesivo y sensibilidad a la luz. Si bien estos síntomas son generalmente temporales, la exposición repetida y sin protección puede tener consecuencias a largo plazo. El riesgo más grave es la posibilidad de desarrollar ceguera por nieve, una condición donde el daño acumulativo a la córnea resulta en una pérdida permanente de la visión.

La prevención es clave cuando se trata de proteger nuestros ojos del riesgo de fotoqueratitis y ceguera por nieve. El uso de gafas de sol con protección UV adecuada es esencial, ya que estas no solo reducen la cantidad de radiación UV que alcanza los ojos, sino que también evitan el deslumbramiento causado por la luz reflejada en la nieve. Asegurarse de que las gafas de sol o máscaras de nieve cubran completamente los ojos y los lados ayuda a maximizar la protección.

Si sospechas que tienes fotoqueratitis después de estar expuesto a la nieve, es importante tomar medidas para aliviar los síntomas y proteger tus ojos. Algunas recomendaciones que puedes seguir son:

  • Descanso ocular. Reduce la exposición a la luz brillante y evita la luz directa del sol.
  • Parpadeo frecuente. Parpadea con más frecuencia para ayudar a lubricar la superficie del ojo.
  • Lágrimas artificiales. Usa lágrimas artificiales sin conservantes para mantener los ojos lubricados.
  • No frotes los ojos. Evita frotar los ojos, ya que esto puede empeorar la irritación.
  • Compresas frías. Aplica compresas frías sobre los ojos cerrados para aliviar la irritación.
  • Medicamentos analgésicos. Puedes tomar medicamentos analgésicos de venta libre según las indicaciones para aliviar el dolor.
  • Gafas de sol. Usa gafas de sol con protección UV para proteger tus ojos de la luz solar.

Aunque estas medidas pueden proporcionar alivio temporal, es importante buscar atención médica. Si los síntomas persisten o empeoran, se recomienda acudir a un oftalmólogo o buscar atención en urgencias. El profesional de la salud podrá evaluar la gravedad de la lesión y proporcionar el tratamiento adecuado.

Dr. Anton Barraquer, oftalmólogo del Centro de Oftalmología Barraquer

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