Jornada de revisiones en la Fundació Albert
07/11/2024
30/07/2024
Nos cuenta que siempre tuvo dificultades para ver, recuerda que en el colegio ya le costaba leer, pero nunca llevó gafas. En el año 2008 fue a una óptica por primera vez y desde entonces siempre usó lentillas.
Al cabo de los años, las lentillas le provocaron heridas y muchas molestias, “sentía como si tuviese arenilla constante, como si en mis ojos hubiese una cuchilla de afeitar y la luz se volvió insoportable”. Durante un tiempo Luzimar vivió recluida en su habitación, 3 largos meses en los que no podía salir a la calle debido al malestar de sus ojos. Recuerda especialmente, un día que lo pasó muy mal y fue a visitarse de urgencias a un hospital, no le pudo visitar ningún oftalmólogo ya que no había especialista pero le dieron una pomada. Se sentía totalmente indefensa y abandonada.
Todavía hoy, Luzimar cuando piensa en esos meses se lamenta: “No tenía vida. No veía nada, ni de cerca ni de lejos. No podía salir durante el día, solo por la tarde-noche porque la luz no me permitía abrir los ojos”.
Hace unos meses volvió a una óptica en Lleida y el optometrista que la visitó le habló de la Fundación Barraquer. A la semana de la visita en la óptica, contactaron con la fundación. Después de estudiar su caso con el equipo médico y revisar la documentación y entrevistarse con el personal de la fundación, Luzimar se visitó en el Centro de Oftalmología Barraquer. Luzimar y su marido Jordi, conocían el centro ya que la madre de Jordi se había visitado hacía muchos años, pero nunca habían sido pacientes. Desde entonces su vida ha cambiado mucho. Luzimar ha sido operada y sigue con sus controles periódicos. Todavía queda camino por recorrer.
Cada vez que acude al centro, siente el cariño del trato personalizado y familiar que recibe en Barraquer por parte de todos los profesionales que la tratan. Recuerda con cariño a Gabriel, el recepcionista que tan amablemente le atendió el primer día en el que se sentía perdida. Al equipo de médicos que la han atendido, el Dr. Lamarca, la Dra. Ríos, a las enfermeras y secretarias de los doctores, a Eloi del Departamento de Contactología, a Victoria y Pilar del equipo de Ensayos, a Jesús, el optometrista y al personal de la Fundación Barraquer. De todos dice lo mismo: “Parece que hace mucho tiempo que los conozco, son excelentes profesionales y personas entregadas, estábamos poco acostumbrados a ser tratados con tanto cariño y han cambiado nuestras vidas y las de nuestras familias y por ello siempre les estaremos agradecidos”.