Uso ilícito y manipulación de la imagen de la doctora Elena Barraquer
23/12/2024
02/07/2024
Las moscas volantes son uno de los motivos de consulta más frecuente en la consulta oftalmológica. También conocidas como cuerpos flotantes o, en lenguaje médico, miodesopsias, se constituyen en la visión de puntos, sombras, hilos, moscas, telas u otras formas desplazándose por el campo visual. Son muy comunes y especialmente visibles cuando se mira algo brillante, como una pantalla blanca o el cielo, aunque generalmente no deben ser motivo de preocupación.
Causas de su aparición
El envejecimiento es uno de los principales factores de la aparición de moscas volantes. Con la edad, se forman condensaciones (agregados de fibras de colágeno) en el líquido gelatinoso transparente que rellena el globo ocular, denominado gel vítreo, y que con el paso de la luz proyectan su sombra sobre la retina. En la mayor parte de los casos, estas condensaciones son una consecuencia de la deshidratación natural que sufre el vítreo.
Otro de los factores más relacionados con esta afección es la miopía. Varios estudios han confirmado que las personas con este defecto refractivo tienen más probabilidades de experimentar moscas volantes. Los traumas oculares o algunas cirugías, como la de cataratas, también pueden relacionarse con la aparición de estos cuerpos flotantes.
¿Debemos preocuparnos?
Aunque las moscas volantes suelen ser benignas, hay ciertos casos donde podrían indicar un problema más serio. Es importante consultar a un oftalmólogo si experimentas:
Estos síntomas pueden ser indicativos de un desprendimiento de retina, condición que requiere atención médica. Un oftalmólogo examinará el fondo del ojo para determinar la causa de las moscas volantes. En el caso que las opacidades vítreas generen síntomas severos, es planteable realizar una vitrectomía como medida terapéutica.
Es importante estar atento a cualquier cambio significativo en la apariencia de las opoacidades vítreas o, si existen otros síntomas, acudir al oftalmólogo para realizar un buen diagnóstico y, si es necesario, realizar el tratamiento más adecuado.
Doctor Santiago Abengoechea, oftalmólogo del Centro de Oftalmología Barraquer