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09/12/2024
06/04/2022
El Sr. Óscar Daniel Zalazar acudió por primera vez al Centro de Oftalmología en el año 2019. No ha pasado mucho tiempo desde su primera visita, pero lo que sucedió en ese periodo cambió su vida para siempre.
El Sr. Zalazar ya conocía Barcelona, había estado aquí en el año 1999 cuando era profesor de Educación Física, venía a través de los intercambios culturales organizados desde el Centro de Estudios en el que trabajaba. Sus viajes a la ciudad de Barcelona se fueron repitiendo, iba y venía desde Argentina, realizaba charlas y se encontraba con alumnos y otros profesores. Esos años fueron el inicio de su amistad con el Sr. Pedro Felipe Sánchez Aran del Centro de Estudios Jaume Balmes de l’Hospitalet de Llobregat, persona fundamental en su vida que le ha acompañado y apoyado todos estos años.
En el año 2007 a raíz del Síndrome de Stevens-Johnson pierde las córneas y recibe tratamiento en Buenos Aires. Pasa 42 días en la UCI y sufre terribles dolores y quemaduras severas.
En el año 2016 se instala en Barcelona y conoce al Dr. Moser, que le da excelentes referencias del Dr. Álvarez de Toledo y de la Dra. María de la Paz, ambos médicos del Centro de Oftalmología Barraquer. Continúa en tratamiento pero la enfermedad avanza y en el año 2017, las prótesis que le habían “instalado” ya no le servían. Pierde la vista. En el año 2019 se visita por primera vez con los doctores Dr. Juan P. Álvarez de Toledo, Dra. María de la Paz, Dr. Saman y Dr. Nadal. Ese mismo año inicia el proceso para la realización de una cirugía de osteo-odonto-queratoprótesis en un ojo y una queratoprótesis de Boston en el otro. La osteo-odonto- queratoprótesis es una cirugía de alta complejidad que realiza un grupo reducido de cirujanos en el mundo y que implica diversas operaciones separadas en el tiempo hasta su completa resolución.
El proceso hasta su finalización resulta complicado y largo en el tiempo, además en este caso coincidió con la pandemia, lo cual supuso un esfuerzo extra. El paciente nos explica que las cirugías dependían siempre del PCR negativo imprescindible y eso incrementaba el estrés preoperatorio. Además, se le exigía que una semana antes de cada operación debía permanecer aislado, sin contacto con el exterior para preservar su salud y asegurarse de no contagiarse de la Covid19.
Aproximadamente 1 año después del inicio del proceso, realizada con éxito la cirugía, el Sr. Zalazar pudo volver a ver. Recuerda muy bien cómo fue el momento en el que la Dra. de la Paz retiró el vendaje ocular; lo primero que vio fueron unas manos y exclamó “¡te estoy viendo!” y estalló en un llanto incontrolado, provocado por los nervios y la felicidad de recuperar la visión. Hasta ese día, su ceguera no le había permitido ver la clínica por dentro, ver por primera vez los dibujos de las baldosas, el Centro, los edificios y la ciudad, le causó un gran impacto; todo adquirió un nuevo significado. Pero aún más emotivo fue descubrir la cara de su nieto. “Pasé de la oscuridad a la luz. Estaba ciego. Mi familia, los profesionales del Centro de Oftalmología Barraquer, empezando por Juan que te recibe en la puerta, todos los médicos y en especial la Dra. María de la Paz, eminencia a nivel mundial, y todo su equipo, los recepcionistas, las secretarias médicas y el equipo de la Fundación y los recuerdos vividos, me acompañaron en todo momento para girar las horas del reloj y llegar hasta aquí. Ahora lo veo todo y veo la palabra GRACIAS (en mayúsculas)”.