La cirugía del iris: avances y aplicaciones
24/12/2024
02/11/2022
Las ojeras tienen un gran impacto en el contorno de los ojos, la zona que presenta la piel más fina de todo nuestro cuerpo y que, por ende, es la que antes envejece. Por esta razón, no es de extrañar que estas coloraciones supongan uno de los principales motivos de incomodidad estética, pues los ojos son el reflejo de nuestra personalidad y las ojeras ensombrecen la mirada.
Estas huellas del rostro pueden desaparecer con un estilo de vida saludable y un buen descanso, pero también disponemos de varias opciones de tratamiento realizadas por oftalmólogos oculoplásticos especializados en la delicada zona del contorno ocular.
En la elección del tratamiento más adecuado para cada paciente (ácido hialurónico, mesoterapia facial, peelings…), resulta fundamental distinguir ante qué tipo de ojera nos encontramos:
Las ojeras pigmentadas son marrones o negras. Esta condición, técnicamente denominada hipercromía idiopática del anillo orbitario, se debe a una producción excesiva de melanina en la piel de los párpados por motivos congénitos o adquiridos.
Las ojeras vasculares son aquellas de color azul, rosa o morado. Su origen es una microcirculación débil del contorno ocular que provoca una adelgazamiento y laxitud de la piel. Estas ojeras se evidencian más en personas con la piel fina y clara.
Las ojeras con surco o valle de lágrimas son estructuradas, se marcan por un surco desde la vía lagrimal hasta la región de la mejilla y pueden adquirir varias tonalidades. Van acompañadas de una pérdida de volumen intraorbitario y se producen cuando la grasa de la mejilla desciende por la gravedad y el paso de los años, exponiendo una gran depresión en forma de bolsas palpebrales.
Elige un equipo especializado en oftalmología oculoplástica para acertar en el abordaje estético de tus ojeras y optimizar su tratamiento con un plus de seguridad.