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Con la llegada del buen tiempo pasamos más horas al aire libre y realizamos más actividades recreativas, hecho por el cual muchas personas que habitualmente llevan gafas optan por utilizar lentes de contacto. Su uso nos facilita un estilo de vida más activo y flexible, siempre y cuando nos aseguremos de su buena limpieza y mantenimiento. Por este motivo, os ofrecemos una serie de recomendaciones para garantizar su correcta manipulación y conservación.
Aunque existen distintos tipos de lentes y cada uno de ellos requiere de una actuación concreta dependiendo de sus especificaciones y durabilidad, hay recomendaciones generales que sirven para todos.
Limpieza
La limpieza y el correcto mantenimiento de las lentes de contacto es primordial para cuidar de nuestra salud ocular y evitar la aparición de infecciones u otros problemas visuales. Obviamente, debemos limpiarnos las manos antes de colocarnos o retirarnos las lentes. También es sumamente importante conservarlas con una solución de limpieza y desinfección en un estuche adecuado a cada tipo de lente. Dicha solución debe cambiarse diariamente. Nunca debemos emplear agua oxigenada sin neutralizar o alcohol, ya que pueden causar lesiones oculares graves. Además, es recomendable cambiar el estuche aproximadamente cada mes para evitar la aparición de gérmenes que puedan contaminar las lentes.
Durabilidad
Los expertos recomendamos limitar a diez horas el uso continuo de las lentes. A partir de ese tiempo es necesario dar un descanso a los ojos y permitirles el contacto directo con aire fresco. Aunque esta es la recomendación general, si nuestros ojos presentan cualquier signo de inflamación, irritación, molestia o dolor debemos retirar las lentes de inmediato.
Uso nocturno
En general, no deberíamos dormir con las lentes de contacto puestas. Este acto puede acarrear consecuencias graves para nuestra salud ocular, como la aparición de úlceras o micro lesiones y ello facilitar infecciones severas. Solamente en los casos en los que su uso sea una recomendación o se prescriba específicamente para dicho fin.
Infancia
A pesar de los mitos que existen acerca del uso de lentes por parte de los más pequeños, no existe una edad específica para empezar a usarlas. Hay casos en los que, dependiendo del defecto refractivo o patología previa, el paciente tiene que usarlas desde bebé. Para que los niños hagan un buen uso de las lentes es importante que sus familias se aseguren de que siguen todas las pautas recomendadas por los profesionales que se las han aconsejado. Siempre que sea posible, se recomienda el uso de lentes blandas de un solo uso para reducir el margen de responsabilidad del paciente en su manipulación y limpieza.
Situaciones que debemos evitar
Aunque el uso de lentes de contacto nos permite una mayor flexibilidad para realizar nuestras actividades diarias, siguen existiendo situaciones en que debemos evitar ponérnoslas. No es recomendable usarlas en ambientes muy húmedos como, por ejemplo, saunas, ni tampoco en escenarios polvorientos o en temperaturas extremas, como un desierto. Hay que evitar su uso durante la realización de actividades acuáticas. En ambos casos, si deseamos realizar dichas actividades, tanto dentro del agua como en situaciones climáticas extremas, se recomienda el uso de gafas específicas para proteger nuestros ojos (gafas de sol o de buceo).
Ante cualquier signo de anormalidad, siempre deben acudir al profesional encargado de su seguimiento.
Eloi Rodríguez
Contactólogo del Centro de Oftalmología Barraquer
El uso de lentes de contacto está más que extendido, pero muy pocos lo hacen correctamente. La clave está en la supervisión por parte de un oftalmólogo y un contactólogo. Nos explican todas las recomendaciones nuestro responsable de contactología, Eloi Rodríguez, y el doctor Jose Lamarca.