El test de osmolaridad: ¿En qué consiste?
22/11/2024
10/02/2021
En nuestro día a día tenemos contacto con una gran cantidad de sustancias químicas que se encuentran en productos que utilizamos cotidianamente, como artículos de limpieza o higiene personal. Estas sustancias deben ser tratadas con suma precaución ya que un mal uso o un descuido pueden llegar a provocar desde irritación o dolor ocular, inflamación del ojo, visión borrosa o lesiones oculares de cierta consideración.
La primera actuación que se debe llevar a cabo cuando se manipulan sustancias químicas siempre debe ser la prevención. Desde el Centro de Oftalmología Barraquer recomendamos especialmente el uso de material de protección, tales como gafas, mascarillas y guantes. También es importante leer atentamente las instrucciones de uso del producto antes de su manipulación para conocer los posibles riesgos.
Dentro de las sustancias químicas mencionadas se distingue entre los productos ácidos, que incluyen materiales limpiadores o baterías, y los productos alcalinos, que aglutinan elementos como la cal, los fertilizantes o el detergente para lavavajillas. Las sustancias de la primera categoría pueden causar ardor en los ojos. Aunque no suelen provocar daños profundos en los tejidos pueden causar lesiones severas igualmente. Por su parte, las sustancias alcalinas tienen mayor incidencia en las capas más profundas de los tejidos y su contacto con los ojos puede derivar en lesiones oculares de gravedad.
Tanto las quemaduras provocadas por sustancias ácidas como alcalinas pueden provocar lesiones de distinta gravedad dependiendo del tipo y el tiempo de exposición con nuestros ojos.
Existen tres categorías distintas de quemaduras químicas que pueden afectar a los ojos. Por un lado, las quemaduras por sustancias básicas están producidas por sustancias químicas que presentan un pH elevado. Son las más peligrosas ya que pueden llegar a atravesar el ojo y afectar sus componentes internos vitales, pudiendo causar pérdida de visión o ceguera. Las quemaduras por sustancias ácidas se producen por elementos que tienen un pH bajo y son menos graves, aunque siguen siendo peligrosas para nuestra salud ocular, ya que pueden causar daños importantes en la córnea. Finalmente, ciertas sustancias químicas con pH neutro pueden causar irritaciones en los ojos.
En cualquier situación donde se produzca una lesión ocular provocada por el contacto con sustancias químicas, lo primero que se debe realizar es un lavado profuso de los ojos durante al menos 20 minutos con agua mineral o con suero fisiológico. Si la persona afectada usa lentes de contacto es preferible que se las quite antes de lavarse los ojos. En caso de no poder sacarse las lentes se debe proceder igualmente a su lavado.
Durante la aplicación de los primeros auxilios es importante intentar mantener los párpados abiertos para evitar que la sustancia química afecte la conjuntiva o la córnea. Es primordial que la persona afectada acuda a urgencias tan pronto como sea posible para ser tratada por un oftalmólogo.