Así es el tratamiento con ácido hialurónico
18/10/2024
El ácido hialurónico (AH), también denominado hialuronato, es uno de los activos anti edad más solicitados del mundo de la belleza, presente en multitud de productos cosméticos y como tratamiento inyectado. Este ingrediente estrella es una molécula que se encuentra de forma natural en nuestra piel, articulaciones, músculos y muchos otros componentes del organismo. Su función es ayudar a retener el agua de los tejidos –hasta mil veces su peso–, manteniendo su condición, elasticidad y firmeza.
El AH se regenera en nuestro cuerpo cerca de un tercio cada día y es el máximo responsable de mantener la piel hidratada, reemplazar el volumen perdido y contrarrestar los efectos del paso del tiempo. Pero, con la edad, el organismo reduce su producción, dando paso a la aparición de arrugas, flacidez y otros signos visibles del envejecimiento.
Por ello, el AH se usa en medicina estética para estimular la fabricación de colágeno y elastina de la piel, logrando una larga lista de beneficios:
Por sus probadas propiedades rejuvenecedoras estéticas, el AH se utiliza en muchas especialidades médicas. En medicina estética se usa principalmente como relleno dérmico en la mayoría de áreas móviles para un amplio abanico de tratamientos:
Los rellenos dérmicos de AH se han convertido en uno de los tratamientos estéticos más demandados:
1. PRE-TRATAMIENTO |
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El tratamiento no requiere ninguna preparación previa por parte del paciente, que puede hacer vida normal hasta llegar a la misma visita. Una vez en la consulta, tras explorar y escuchar sus deseos, el médico recomendará la mejor técnica para cada caso. |
2. TRATAMIENTO |
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El proceso tiene una duración aproximada de unos 30 minutos y se realiza de forma totalmente ambulatoria. Tras aplicar un poco de anestesia, que no siempre es necesaria, el médico inyectará el gel bajo la superficie de la piel con una aguja o cánula muy fina para ofrecer al paciente la máxima comodidad durante el proceso. A continuación, realizará un suave masaje para que el producto se distribuya y se integre de forma óptima en la zona del rostro elegida. Por último, aplicará una crema regeneradora y protección solar. El tratamiento con AH es compatible y se puede combinar con otros como la toxina botulínica, la mesoterapia facial , el microneedling, el plasma rico en plaquetas (PRP) o los peelings revitalizantes. |
3. POST-TRATAMIENTO |
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Tras el tratamiento, en las primeras 24-48 horas, es habitual la aparición de una leve inflamación en la zona tratada, que irá remitiendo poco a poco. Rápidamente se percibirán los resultados del tratamiento, que consigue rellenar suavemente las arrugas, mantener un excelente nivel de hidratación y mejorar de forma duradera la elasticidad y firmeza cutáneas. Con ello, las facciones y áreas hundidas del rostro recuperarán el tono, al mismo tiempo que la piel se rejuvenecerá estéticamente y mejorará su textura de una forma duradera. A lo largo de los siguientes días, conviene tomar algunas precauciones y evitar que el paciente haga deporte de alta intensidad o realice masajes faciales. Por lo demás, el paciente podrá realizar sus actividades habituales con completa normalidad. |
Duración: | 30 minutos |
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Resultado: | 48 horas |
Efectos: | 12 meses |
Anestesia: | no siempre |
Una vez superada la inflamación habitual de las primeras horas tras el tratamiento, los rellenos de AH suelen tener resultados inmediatos y naturales, aunque mejoran entre las dos y cuatro semanas posteriores. El efecto puede permanecer hasta un año después de su aplicación. El hecho de que el tratamiento no sea permanente permite ajustar las sesiones de mantenimiento, realizando modificaciones según los resultados obtenidos en cada zona y los deseos del paciente, personalizando al máximo el tratamiento. Es habitual que el paciente tenga una mayor percepción de los beneficios con el paso de las semanas y, sobretodo, tras las sesiones sucesivas.
La duración media del tratamiento depende también del tipo de piel, la gravedad de la imperfección a tratar, la técnica y tipo de producto empleados por el médico, así como la rutina cosmética y el estilo de vida del paciente, cuya colaboración es fundamental para que el resultado del tratamiento perdure el máximo tiempo posible.
En medicina estética se usa principalmente como relleno dérmico en la mayoría de áreas móviles para un amplio abanico de afecciones.