Anomalía de Peters: ¿Cómo afecta a los ojos?
05/11/2024
04/02/2022
La artritis reumatoide es una enfermedad autoinmune. El sistema inmune ataca las articulaciones, produciendo una artritis crónica destructiva. Sucede por interacción de un antígeno ambiente (quizás un germen) hoy día no identificado y la genética del paciente. Existe pues una predisposición genética, y se desencadena por contacto con un agente externo.
Afecta a grandes articulaciones, principalmente en manos. La artritis reumatoide causa dolor, rigidez matutina y tumefacción. Y con el tiempo aparece deformidad articular.
Es una enfermedad sistémica; puede afectar otros órganos. Los pacientes pueden presentar fiebre, anorexia, pericarditis, vasculitis, fibrosis pulmonar, anemia, ganglios o esplenomegalia, etcétera, y puede asociar patología ocular. Así, las manifestaciones oculares pueden hacernos tener la sospecha de una enfermedad de mayor alcance.
Manifestaciones oculares
La iritis es el tipo más común de uveítis anterior. La iridociclitis es otra forma de uveítis anterior, y ambas pueden asociarse a la artritis reumatoide o aparecer aisladamente. Los síntomas son agudos e intensos: enrojecimiento, dolor y fotofobia.
La queratoconjuntivitis seca o síndrome de Sjögren es un síndrome autoinmune crónico que destruye las glándulas lagrimales y salivares, provocando sequedad y síntomas crónicos. Esta sequedad puede dañar la córnea, incluso perforarla. Aparece frecuentemente en pacientes afectos de artritis reumatoide (Sjögren secundario). Casi un 35% de los pacientes con artritis reumatoide tienen Sjögren.
La episcleritis es la inflamación del tejido situado entre la esclera (capa blanca que conforma la envoltura del ojo) y la conjuntiva (membrana que cubre la esclera). Es autoinmune, pero en ocasiones es provocada por una infección (por ejemplo, un brote de varicela zóster). Existe enrojecimiento, dolor e hinchazón focal. Es menos frecuente la inflamación de la esclera o escleritis, y su forma más grave: escleromalacia perforante.
La córnea puede afectarse por sequedad o escleritis, y también con ulceración o adelgazamiento periféricos, queratolisis (melting) o como queratitis esclerosante. El melting corneal es un «derretimiento» o adelgazamiento corneal que puede llevar a la perforación. Suelen ser cuadros agudos, bruscos, con dolor intenso y pérdida visual. Estos cuadros suelen requerir tratamiento con corticoides e inmunosupresores precozmente