Efectividad de la mesoterapia facial
16/12/2024
09/06/2023
Los peelings revitalizantes que realizamos en la unidad de medicina estética del Centro de Oftalmología Barraquer combinan el ácido tricloroacético (TCA) con peróxido de hidrógeno (H2O2) para regenerar la piel sin agujas. Es un tratamiento que aporta grandes resultados rápidos sin dañar la piel.
Antes del tratamiento
El tratamiento no requiere ninguna preparación previa de la piel, únicamente limpiar la zona a tratar, cosa que hará el profesional médico antes de proceder con el peeling. Lo que sí resulta fundamental es que el paciente escoja un centro médico idóneo para la realización del tratamiento que sin una adaptación personalizada puede no proporcionar los resultados deseados o incluso puede generar algún tipo de abrasión cutánea si no se efectúa de forma correcta.
Tratamiento
Una vez en consulta, el tratamiento tiene una duración de apenas 15 minutos y no provoca dolor. Generando un masaje de forma manual, se aplica el peeling en el rostro con un producto que penetra hasta la dermis profunda, estimulándola sin lesionar la piel externa. Se aplica una primera capa hasta su total absorción y se puede repetir si es necesario. Después, el médico retirará el producto, aclarará el rostro y aplicará una crema nutriente e hidratante específica. Por último, indicará una pauta cosmética domiciliaria.
Los peelings también son compatibles y potencian el resultado de otros tratamientos estéticos, funcionando como complemento perfecto a las sesiones de microneedling, la toxina botulínica, el ácido hialurónico, la mesoterapia facial o el plasma rico en plaquetas (PRP).
Después del tratamiento
Los peelings de biorevitalización facial, al no producir efecto frost, no precisan interrumpir las actividades diarias ni la vida social del paciente.
El tratamiento se completa en casa por parte del paciente con la aplicación de una rutina cosmética personalizada para seguir estimulando la dermis y potenciar los resultados.
Aunque una sola sesión ya consigue un efecto flash, lo ideal es realizar una sesión cada tres meses, indicación que concretará el médico de forma adaptada a las necesidades y las expectativas de cada paciente.