La cirugía del iris: avances y aplicaciones
24/12/2024
25/04/2018
Núria Delsors se incorporó al Centro de Oftalmología Barraquer como Trabajadora Social hace un año y colabora estrechamente con la Fundación Barraquer.
¿Por qué decidiste estudiar el grado de Trabajadora Social?
Estudié el grado de Trabajadora Social después de años trabajando como secretaria. Quería adquirir un cierto compromiso hacia la sociedad y realizar una profesión que me permitiese sentirme realizada como profesional.
¿Crees que la gente sabe qué hace una trabajadora social?
Creo que todavía falta mucho camino por recorrer para que se conozca y se valore un poco más la tarea que hacemos los profesionales del trabajo social.
El conocimiento del trabajo social se adquiere una vez que se toma contacto con los profesionales, normalmente porque surge una necesidad personal o en el entorno social y/o familiar, muchas veces en momentos de crisis o especialmente delicados y el trato que se recibe es crucial.
Los trabajadores sociales, en el caso del ámbito sanitario, asesoran e informan sobre aspectos sociales que pueden beneficiar la salud del paciente y su intervención social se centra en el acompañamiento en el proceso de salud-enfermedad de los usuarios y de sus familias.
Además de todo el trabajo previo de valoración hasta que la persona se convierte en paciente de la Clínica. En nuestro caso por ejemplo, hay que tener en cuenta que son momentos en los que los efectos derivados de la pérdida de visión, pueden alterar la vida de esa persona de manera crucial.
¿Cómo es tu día a día en el Centro de Oftalmología Barraquer? ¿Cuáles son tus principales funciones?
La trabajadora social se convierte en el enlace entre la Clínica y profesionales de entidades sociales (servicios sociales, asociaciones…) o directamente usuarios, antes de que se conviertan en pacientes de Fundación Barraquer.
Una vez recibida toda la documentación y realizada la valoración de riesgo social del posible paciente junto con el equipo de la Fundación, se valora el acceso a las ayudas de Fundación que permitirán el tratamiento médico en el Centro.
Cuando ya son pacientes, puede ser necesario asesorar e informar al usuario o a su familia en relación a los problemas sociales que tenían o que surgen como consecuencia de los problemas oculares y, en muchas ocasiones, se trata de acompañar en el proceso de la enfermedad hasta el alta médica.
Además de las tareas de atención más directa a los pacientes colaboro en cualquier otra tarea que organiza la Fundación.
¿Qué es lo que más te gusta de tu profesión?
Ver cómo las personas recuperan la confianza, a pesar de las dificultades que supone estar enfermo, y conseguir una pequeña transformación a través del acompañamiento profesional a los pacientes que están pasando por una enfermedad y a sus familias.
¿Qué te parece el nuevo giro de la Fundación Barraquer de centrarse en la acción local?
Por desgracia todos conocemos o hemos visto en los medios de comunicación el incremento de casos en nuestro entorno de personas con pocos recursos económicos que quizás en otro momento estaban en una situación económica mejor y que ahora no disponen de medios suficientes para el día a día.
Por eso, la iniciativa de apoyar a las personas con escasos o sin recursos económicos más cercanas, facilitando que puedan tener asistencia oftalmológica y con ello mejorar su calidad de vida, me parece muy necesaria y encomiable.
Me gusta pensar que mi tarea es un poco una continuación del trabajo que se ha ido realizando a lo largo de todos los años de funcionamiento de la Fundación.
Además desde la Fundación se impulsa y fomenta la investigación de nuevos tratamientos médicos para ayudar a los pacientes y con ello se sigue apostando por el alto nivel de calidad sanitario que caracteriza al Centro de Oftalmología.
¿Qué destacarías de tu experiencia con los pacientes del centro?
Tengo la gran suerte de trabajar en un centro de referencia a nivel mundial, que posee un gran equipo médico, de enfermeras y profesionales; todo el personal que trabaja en la Clínica cuenta con la tecnología más avanzada.
Este conjunto permite que muchas personas puedan recuperar o mejorar su vista y con ello sus vidas. Además trabajo con un equipo excelente en la Fundación Barraquer que da respuesta a las personas que más lo necesitan.
Formar parte de todo este engranaje y trabajar en lo que más me gusta, hace que esta experiencia con los pacientes sea muy gratificante.
Participaste recientemente con la Fundación Barraquer en “La Ciutat dels Somnis”, el nuevo Festival de la Infancia ¿qué te pareció el evento?
Dentro del impulso a las acciones locales de Fundación Barraquer, ha sido un placer participar en el evento organizado por la Fira de Barcelona y Educaweb para dar a conocer a los más pequeños la profesión de oftalmología. Hemos conseguido mostrar a través de juegos que los niños aprendan qué hacen los oftalmólogos y los optometristas.
Además de la gran asistencia de público, las sensaciones de los visitantes ha sido todo un éxito. Me gusta imaginar que quizás en un futuro alguno de esos niños, se dedicará a cuidar los ojos de otras personas porque descubrió esta profesión jugando de pequeño...