¿Qué provoca las cataratas en los ojos y cómo prevenirlas?
06/03/2025
10/03/2025
En nuestro día a día, muchas veces sin darnos cuenta, nos frotamos los ojos como un acto reflejo. Sin embargo, este simple gesto puede poner en riesgo nuestra salud ocular y provocar problemas serios en la vista.
A continuación, te explicamos los principales riesgos de frotarse los ojos y qué hacer para evitarlo.
El frotamiento constante de los ojos puede causar queratocono, una patología que debilita la córnea y provoca su adelgazamiento y deformación progresiva. Como resultado, la visión se deteriora de forma significativa. Este trastorno tiene un componente genético, pero el frotamiento ocular es un factor de riesgo clave, sobre todo en personas que duermen boca abajo con el ojo presionado contra la almohada o la mano.
Nuestras manos albergan una gran cantidad de bacterias y virus. Al frotarnos los ojos, facilitamos la entrada de microorganismos que pueden causar:
Frotarse los ojos con fuerza puede provocar microlesiones corneales, sobre todo en personas que han sido sometidas a una cirugía refractiva. Estas lesiones pueden derivar en erosiones corneales recurrentes y afectar la calidad visual.
En pacientes con glaucoma, el frotamiento ocular puede aumentar la presión intraocular, lo que agrava el daño en el nervio óptico y acelera la pérdida de visión.
En personas con miopía magna o enfermedades retinianas preexistentes, la acción de frotarse los ojos de manera vigorosa puede aumentar el riesgo de un desprendimiento de retina, una afección grave que puede provocar pérdida irreversible de la visión si no se trata a tiempo.
Desde un punto de vista estético, frotarse los ojos favorece la aparición de ojeras y bolsas en los párpados debido al debilitamiento del colágeno y la elastina de la piel.
Si bien es difícil controlar este hábito, existen algunas estrategias efectivas para reducir la necesidad de frotar los ojos:
Parpadear con regularidad mantiene los ojos hidratados y evita la sensación de sequedad o fatiga visual, que suele ser un detonante del picor ocular.
El uso de suero fisiológico o lágrimas artificiales sin conservantes ayuda a lubricar los ojos y alivia la irritación.
Si el picor ocular es frecuente, puede estar relacionado con alergias o patologías como la blefaritis o la conjuntivitis alérgica. En estos casos, es fundamental identificar y evitar los factores desencadenantes.
Si experimentas molestias constantes en los ojos, lo mejor es acudir a un especialista para recibir un diagnóstico preciso y el tratamiento adecuado.
Frotarse los ojos puede parecer un acto inofensivo, pero los riesgos que conlleva para la salud ocular son significativos. Desde el queratocono hasta infecciones oculares y desprendimiento de retina, este hábito debe evitarse en la medida de lo posible.
Si sientes picazón o irritación frecuente, consulta con tu especialista de confianza para recibir el mejor asesoramiento y cuidar tu visión a largo plazo.
Doctor José Lamarca, oftalmólogo del Centro de Oftalmología Barraquer