El test de osmolaridad: ¿En qué consiste?
22/11/2024
21/11/2017
La triquiasis palpebral es una anomalía común del párpado en la cual la dirección de las pestañas está mal dirigida y hace que estas crezcan hacia la superficie ocular.
La triquiasis puede tener varias causas, siendo las más frecuentes las inflamaciones del borde palpebral, como la blefaritis y algunas conjuntivitis. Otras causas, menos frecuentes en nuestro país, son el tracoma, las enfermedades mucosinequiantes, como el penfigoide, y las alteraciones que pueden producirse después de algunas cirugías.
No debe confundirse con el entropión palpebral (una mala posición del margen del párpado) en que las pestañas tienen una dirección de crecimiento correcta pero es el párpado que está girado hacia dentro.
El tratamiento de la triquiasis busca eliminar los folículos pilosos de las pestañas anormales. Aunque el tratamiento de la triquiasis parece simple, no hay una técnica completamente eficaz.
Existen varias posibilidades de tratamiento dependiendo de la causa, la extensión de la triquiasis y el estado de los párpados: depilación periódica de las pestañas, cauterización de las mismas con láser de Argón, criocoagulación o tratamiento quirúrgico.
Si la triquiasis se limita a una sola pestaña o solo unas pocas y no existe malposición del párpado, el oftalmólogo puede retirarlas con pinzas y lámpara de hendidura en la consulta. Aunque este procedimiento elimina el problema inmediato, frecuentemente la pestaña vuelve a crecer de nuevo en la dirección equivocada a las dos o tres semanas.
El tratamiento mediante fotocoagulación con láser de Argón o crioterapia solo es eficaz cuando las pestañas en mala dirección no son muy numerosas. Existen algunos efectos secundarios: puede suceder que se destruyan las pestañas que están alrededor de las anómalas y se produzca una pérdida permanente de las mismas.
En la crioterapia, el frío puede destruir igualmente células cutáneas y producir una leve atrofia de la piel de los párpados con un cambio en la pigmentación de los mismos. También puede ocurrir, en ambos procedimientos, que a pesar del tratamiento vuelvan a salir pestañas triquiásicas y se requieran varias sesiones para eliminarlas definitivamente.
Existen diferentes técnicas quirúrgicas para el tratamiento. La cirugía estándar consiste en la rotación de los párpados hacia fuera, con dicho procedimiento se logra alejar las pestañas de la córnea y de la superficie ocular.
En algunos casos la intervención es especialmente compleja, siendo necesario complementar la rotación del margen del párpado con una separación del mismo, en dos láminas y recolocar la capa que contiene las pestañas.
En algunos casos, una vez rotado el borde del párpado, hay que colocar un injerto para que las pestañas se mantengan en la dirección adecuada, que, generalmente es un injerto de mucosa bucal.
En pacientes con gran afectación de las pestañas por triquiasis y dependiendo de la gravedad del cuadro se optará por la eliminación total y definitiva de la hilera de pestañas de uno o ambos párpados que puede originar pequeños defectos estéticos por su ausencia.
Los principales efectos secundarios de la cirugía de triquiasis son: la recidiva con aparición nuevamente de pestañas que rozan la superficie ocular y anormalidades del borde palpebral (pueden aparecer irregularidades o escotaduras).
Esta patología siempre debe ser tratada, porque en caso contrario el roce de las pestañas sobre el globo ocular, produce molestias constantes e incluso úlceras corneales, que en algunos casos puede producir complicaciones y llegar a causar cicatrices que alteren permanentemente la visión.