Moscas volantes: ¿Debemos preocuparnos?
02/07/2024
Las moscas volantes, cuerpos flotantes, o en el lenguaje médico miodesopsias constituye la visión de cuerpos flotantes móviles en forma de puntos, sombras, hilos, moscas, telas u otras formas desplazándose por el campo visual y que por definición no se corresponden con objetos externos reales. Constituye uno de los motivos de consulta más frecuente en las visitas al oftalmólogo.
A pesar de que no se ha conseguido verificar con precisión la relación causa-efecto, la edad y la miopía se han identificado como los principales factores predisponentes.
Estructuralmente los cuerpos flotantes corresponden a condensaciones (agregados de fibras de colágeno) que se forman en el líquido gelatinoso transparente que rellena el globo ocular, denominado humor vítreo, y que con el paso de la luz proyectan su sombra sobre la retina. En la mayor parte de los casos, estas condensaciones son una consecuencia de la deshidratación natural que sufre el vítreo
Se manifiesta como un conjunto de manchas, puntos o filamentos móviles (a menudo en forma de telaraña) suspendidos en el campo visual.
Característicamente se desplazan con los movimientos oculares y parecen huir cuando intentamos mirarlos directamente. No suelen seguir con exactitud el movimiento de los ojos y, al fijar la vista, generalmente tienen un desplazamiento lento, como “a la deriva”.
Las miodesopsias son muy frecuentes y, la mayoría de las personas, aprenden a ignorar su presencia. Típicamente se perciben con mayor intensidad cuando se fija la mirada sobre una superficie homogéneamente iluminada, con mucha luz de fondo (como en una pantalla de ordenador, leyendo o bien mirando al cielo en un día despejado).
La causa más común que conduce a la percepción de moscas volantes es el desprendimiento del vítreo, siendo éstas casi siempre de aparición repentina. Si además el paciente percibe la visión de destellos de luz (fotopsias), pueden constituir un signo altamente sospechoso de que se haya producido una rotura en la retina.
La visión de cuerpos flotantes también es más frecuente en personas operadas de catarata y en aquellas a las que se les ha realizado una limpieza de la cápsula posterior con láser (capsulotomía).
Con menor frecuencia, las miodesopsias pueden formar parte de la sintomatología de una enfermedad ocular grave, ya sea de origen inflamatorio (uveítis posteriores), hemorrágico (hemorragias vítreas de origen diverso) o tumoral (neoplasias intraoculares).
No existe modo alguno de prevenir las miodesopsias, ya que los principales factores de riesgo, que son la edad y la miopía, son irreversibles.
En la mayoría de los casos, las moscas volantes son consideradas como una circunstancia normal e inocua, que no compromete la visión.
Es frecuente que el paciente se sienta inicialmente muy angustiado por este síntoma que, por otra parte, aparece y desaparece en función de la iluminación de fondo, y se suele exacerbar con la fatiga y el estado de estrés y ansiedad de la persona afecta.
No existe en la actualidad ningún tratamiento médico efectivo para eliminar definitivamente las miodesopsias.
En casos más extremos, en los que las opacidades móviles interfieren significativamente con la visión o bien se convierten en un problema psicológicamente intolerable, puede estar indicado un tratamiento quirúrgico denominado vitrectomía, mediante la cual se extrae este gel vítreo con condensaciones y se repone por una solución salina fisiológica transparente.
La vitrectomía es una cirugía intraocular altamente especializada y muy efectiva, se realiza con anestesia local y no precisa puntos de sutura pero, por los riesgos potenciales que conlleva, aunque mínimos, únicamente se indica en aquellos casos en los que los síntomas son muy incapacitantes para el paciente.
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