El test de osmolaridad: ¿En qué consiste?
22/11/2024
23/09/2022
En nuestro día a día, a menudo sin darnos cuenta y de forma automática, nos frotamos los ojos y no somos conscientes de que nuestra salud ocular se puede ver perjudicada.
Frotar los ojos continuamente o con mucha fuerza puede ocasionar diferentes consecuencias negativas:
. Puede acarrear el desarrollo del queratocono. Esta es una patología que causa adelgazamiento y deformidad de la córnea (la capa transparente más externa del ojo), llegando a afectar seriamente la visión. Esta enfermedad, además de tener un componente genético, está muy relacionada con el frotamiento de los ojos, bien sea de manera consciente o inconsciente (por ejemplo, dormir boca abajo con el ojo cerrado sobre los nudillos).
. Infecciones oculares como la conjuntivitis, la blefaritis, o incluso sistémicas como el coronavirus. Las bacterias y virus que están presentes en nuestras manos pueden penetrar en el ojo al frotarlo.
. Lesiones corneales si frotamos el ojo de forma agresiva. Especialmente, se pueden producir en los ojos que han sido sometidos a una cirugía refractiva corneal.
. Empeorar el glaucoma al producir una elevación súbita de la presión intraocular.
. En miopías magnas o en enfermedades retinianas aumenta el riesgo de sufrir un desprendimiento de retina.
. Desde un punto de vista estético, empeora la piel de los párpados produciendo la aparición de bolsas y ojeras.
¿Qué podemos hacer para evitarlo?
Existen diferentes estrategias para evitar frotar los ojos.
. Parpadear más a menudo. Es importante incorporar esta rutina en nuestra vida diaria, que también nos ayuda a prevenir el ojo seco por sobrexposición a las pantallas
. Usar suero fisiológico o lágrimas artificiales sin conservantes.
El picor puede persistir por diferentes motivos como alergias, blefaritis, conjuntivitis…, en todos los casos es importante acudir al oftalmólogo para obtener el diagnóstico y tratamiento adecuado.
Doctor José Lamarca, oftalmólogo del Centro de Oftalmología Barraquer