23/07/2024
La hepatitis puede tener repercusiones en la vista, aunque no es extremadamente común, ciertos efectos oculares pueden ocurrir debido a complicaciones de la enfermedad o los tratamientos asociados.
Manifestaciones oculares de la hepatitis
- Ictericia escleral: Uno de los signos más visibles de la hepatitis es la ictericia, que puede causar una coloración amarilla en la esclerótica (la parte blanca del ojo). Esto ocurre debido a la acumulación de bilirrubina en el cuerpo, un pigmento que el hígado enfermo no puede procesar adecuadamente.
- Ojo seco: Algunos pacientes con hepatitis, especialmente aquellos con infecciones crónicas como la hepatitis C, pueden experimentar ojo seco. Esto puede estar relacionado con trastornos autoinmunes que a veces coexisten con hepatitis C, como el síndrome de Sjögren.
- Hemorragias subconjuntivales: Los problemas de coagulación sanguínea asociados con la enfermedad hepática avanzada pueden provocar hemorragias subconjuntivales, donde aparecen manchas rojas en la esclerótica del ojo debido a pequeños vasos sanguíneos rotos.
Complicaciones de los tratamientos para la hepatitis
- Interferón y ribavirina: Estos medicamentos, utilizados en el tratamiento de la hepatitis C, pueden tener efectos secundarios oculares. Interferón puede causar retinopatía, caracterizada por hemorragias retinianas y manchas algodonosas en la retina. La ribavirina, por su parte, puede causar sequedad ocular y en raros casos, lesiones retinianas.
- Nuevas terapias antivirales: Aunque los nuevos antivirales de acción directa para la hepatitis C tienen menos efectos secundarios que los tratamientos anteriores, aún pueden causar problemas oculares en algunos pacientes, como visión borrosa o cambios en la visión, y muy excepcionalmente es posible un cuadro inmunoalérgico generalizado, que también afectaría a los ojos.
Enfermedades sistémicas relacionadas
- Hepatitis autoinmune: Esta forma de hepatitis puede estar asociada con otros trastornos autoinmunes que afectan los ojos, como la uveítis (inflamación de la úvea, la capa media del ojo) y la escleritis (inflamación de la esclerótica).
- Coinfección con VIH: Los pacientes con hepatitis y VIH pueden tener un mayor riesgo de desarrollar infecciones oculares y complicaciones debido al sistema inmunológico comprometido.
Efectos indirectos
- Daño hepático grave: La insuficiencia hepática avanzada puede llevar a complicaciones sistémicas que afectan la circulación y la coagulación sanguínea, lo que podría tener repercusiones indirectas en la salud ocular. Por ejemplo, la hipertensión portal, que es el aumento anormal de la presión sanguínea en la vena porta (que transporta sangre desde los intestinos al hígado), puede causar cambios vasculares que afectan la retina.
Aunque las repercusiones oculares de la hepatitis no son extremadamente comunes, sí existen y pueden variar desde efectos leves como la ictericia escleral hasta complicaciones más graves como la retinopatía inducida por medicamentos. Es crucial que los pacientes con hepatitis sean conscientes de estos posibles efectos y se sometan a controles oftalmológicos regulares. La detección temprana y el tratamiento adecuado de cualquier problema ocular pueden prevenir complicaciones graves y preservar la salud visual.
Dr. Rubén Delgado, oftalmólogo del Centro de Oftalmología Barraquer