¿Qué son?
La retina es el tejido sensible del ojo y contiene multitud de vasos sanguíneos. Estos vasos pueden crecer y proliferar de forma anómala, ya sea desde el nacimiento o bien de forma adquirida, dando lugar a los diferentes tumores vasculares de la retina.
Tipos
Se diferencian cuatro tipos:
- El hemangioblastoma capilar (que en ocasiones se asocia a la enfermedad de Von Hippel Lindau).
- El hemangioma cavernoso.
- Los tumores vasoproliferativos periféricos.
- El hemangioma racemoso (comunicaciones arteriovenosas retinianas congénitas).
Síntomas
Los síntomas dependen del tipo de tumor y de su localización. El hemangioblastoma retiniano y los tumores vasoproliferativos pueden exudar (perder líquido) dando lugar a un desprendimiento de retina exudativo, o bien pueden generar proliferaciones que traccionan de la retina.
En estos casos el paciente acusa disminución progresiva de la visión. Los hemangiomas cavernoso y racemoso son congénitos y si se localizan próximos al centro de la retina pueden condicionar un desarrollo insuficiente de la visión (ambliopía).
Tratamiento
Existen múltiples alternativas, en función del tipo de tumor, de su localización y de las complicaciones asociadas. Los tratamientos más utilizados son las inyecciones intravítreas de fármacos capaces de disminuir la permeabilidad vascular, el láser, la crioterapia, la cirugía de vítreo retina para tratar complicaciones traccionales o desprendimiento de retina, la braquiterapia epiescleral y la radioterapia externa. En muchos casos es necesario realizar tratamientos combinados. Es una patología compleja que debe ser tratada en un centro de referencia.