¿Qué es la cirugía de implante de iris artificial?
El iris es el color de los ojos a la vez que un diafragma que tiene un orificio en el centro, llamado pupila.
En aquellos casos en los que se pierda completa o casi completamente este tejido iridiano, sea por causas traumáticas, por múltiples cirugías o por múltiples complicaciones en el segmento anterior, o bien cuando existe aniridia congénita, nos planteamos el implante de una prótesis iridiana o iris artificial.
Son unas prótesis circulares que pueden realizarse de forma cosmética, se pueden obtener del mismo color que el otro ojo, se implantan en la cámara anterior, en el plano donde habitualmente está el iris, y se colocan o bien sobre restos de cápsula o sobre restos de una lente intraocular que pueda haber después de otras cirugías, con lo cual a veces no es preciso suturarlo, o bien se suturan a la pared escleral mediante unas suturas de materiales no reabsorbibles.
¿Cuándo está indicada esta cirugía?
En general los implantes de iris artificiales se suelen efectuar en casos en los cuales exista una gran desestructuración del segmento anterior.
Muchas veces se asocian a trasplantes de córnea, otras veces a alteraciones secundarias a cirugías de catarata o traumatismos, infecciones del segmento anterior, etc.
¿Cómo se realiza?
El procedimiento se realiza bajo anestesia local o general, dependiendo de los casos. Se suele practicar por una pequeña abertura de unos 3,5-4 mm, ya que estas prótesis pueden ser plegables.
Se insertan en un cartucho, se pliegan e introducen en la cámara anterior, se colocan en el sulcus, y luego se fijan mediante suturas.
Otro modo de introducir los implantes es cuando se raliza una queratoplastia, entonces se insertan a través del orificio de la trepanación con lo cual es mucho más fácil implantarlos en la cámara anterior.
Resultados
Los resultados suelen ser buenos y cosméticamente excelentes. Realizamos fotografías en el preoperatorio del ojo contralateral, el otro ojo del paciente, y disponemos de una amplísima gama de colores.
Al ser una prótesis intraocular se debe vigilar bien de colocarla en una situación que no provoque irritación de las delicadas estructuras intraoculares.
No debe rozar con el cuerpo ciliar, para no provocar una inflamación, ya que en ocasiones pueden suceder fenómenos inflamatorios postoperatorios o elevaciones de la presión intraocular con glaucoma secundario.
Se trata de casos complejos en los cuales el iris artificial suele ser una maniobra más de una cirugía compleja. En consecuencia, son pacientes que requieren una vigilancia estricta, y todos los parámetros y condiciones del segmento anterior deben ser controlados en el postoperatorio.