Conjuntivitis en niños: ¿Cómo actuar?
30/09/2024
La conjuntivitis primaveral es una inflamación de la conjuntiva, una capa fina y transparente que cubre la superficie del ojo, producida por una reacción alérgica a los alérgenos a los cuales paciente tiene hipersensibilidad. Un gran porcentaje de estos alérgenos son pólenes de las plantas que florecen en primavera (la gramínea, el olivo o el platanero) de donde procede el nombre del diagnóstico de la conjuntivitis primaveral.
El principal síntoma de esta enfermedad es el picor de ambos ojos que puede llegar a ser intenso en el periodo de mayor concentración de pólenes en el ambiente, la primavera. Además, cursa con ojos rojos, lagrimeo e incluso puede llegar a molestarle la luz al paciente. Este tipo de conjuntivitis no afecta la córnea por lo que en general no causa disminución de la visión. Es bastante común que el paciente que sufre de una conjuntivitis primaveral esté afectado también de rinitis, estornudos, picor y congestión nasal durante la primavera.
La causa son los pólenes alergénicos a los que el paciente tiene hipersensibilidad.
En realidad, la conjuntivitis primaveral es un tipo de conjuntivitis alérgica. Otro tipo de conjuntivitis alérgica es la conjuntivitis perenne que afecta al paciente todo el año. Estos pacientes suelen ser alérgicos a los ácaros o a los hongos de la humedad. Estos alérgenos suelen encontrarse en las alfombras, la ropa, la tapicería de tela, los libros y papeles antiguos entre muchos otros lugares.
Aunque puede aparecer todo el año, es más común en otoño o en primavera, cuando cambia el tiempo y sacamos la ropa guardada para utilizarla. Pacientes que son alérgicos a otros tipos de alérgenos como pelo de animales también pueden sufrir una conjuntivitis perenne si están en contacto con ello.
La prevención de la conjuntivitis primaveral es principalmente evitar el contacto con los alérgenos a los que el paciente es hipersensible. Si no es posible, debe tratar de que los ojos tengan menos contacto con el ambiente como utilizar gafas protectoras grandes y que cubren los laterales.
Consultar con un especialista en alergia es de gran importancia para realizar las pruebas de alergia y así, identificar los pólenes causantes de la enfermedad. Una vez identificados, según el criterio del especialista, se podría vacunar para desensibilizar al paciente de esos alérgenos para prevenir, a largo plazo, la recidiva de la conjuntivitis primaveral.
Cuando un paciente sufre una conjuntivitis primaveral, lo primero que debe hacer es lavarse con suero fisiológico frío. Si no está disponible en ese momento, lavar los ojos con agua limpia y fría para arrastrar los pólenes que hayan entrado en los ojos y que hayan quedado en su superficie es lo más adecuado como primer auxilio. Posteriormente debe visitarse con un oftalmólogo.
El tratamiento consiste en un colirio de antihistamínico para reducir el picor y la reacción alérgica. Si es necesario, un colirio de cortisona para reducir la inflamación producida es una opción para los casos más severos aunque debe ser prescrita por un especialista ya que puede tener efectos secundarios. Si la alergia también ha causado una rinitis o una reacción en otros órganos, un antihistamínico vía sistémico está indicado.
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