Tratamientos de la ptsosis palpebral en bebés
17/08/2021
La ptosis palpebral se trata siempre de forma quirúrgica. Cuándo y cómo operarla dependerá de la etiología causante, el nivel de afectación y la edad del paciente.
La ptosis se diferencia, a nivel de tratamiento, en aquellas que producen alteraciones visuales, y las que no. En el primer caso es una cirugía necesaria para conservar la visión, en el segundo se trata de pacientes que acuden al especialista buscando una mejoría estética.
Comentario aparte es el caso de los niños pequeños con ptosis congénita importante, ya que el riesgo de ambliopía debe ser valorado de forma muy precoz.
Los niños en los que se objetiva que la ptosis es causa del desarrollo de una afectación visual deben ser operados de forma precoz e inmediata, lo antes posible para evitar que en un futuro puedan tener consecuencias visuales permanentes. Se trata, quizá, del único caso de ptosis en que la cirugía precoz es imprescindible.
Las diversas técnicas quirúrgicas de la ptosis palpebral se basan en el estado de la función del músculo elevador. Si a pesar de crear ptosis palpebral la función del elevador es buena, las técnicas se fundamentarán en reforzarla, y los objetivos se pueden obtener de forma más natural, predecible y sencilla.
Estas cirugías consisten en la manipulación y refuerzo de la aponeurosis del músculo. Son cirugías sencillas, predecibles y con excelente pronóstico.
Si la función es muy mala, no se puede basar una cirugía en su refuerzo, por lo que el tratamiento consistirá en solventar la función de ese músculo con técnicas de suplencia, fundamentalmente a partir del músculo frontal.
En aquellos pacientes que responden a la estimulación del ojo con ptosis con gotas de fenilefrina al 10%, la cirugía puede realizarse de forma más sencilla, predecible e incluso sin tener que practicar corte alguno en la piel del párpado.
La cirugía de la ptosis palpebral es una cirugía segura y predecible en la mayoría de las ocasiones. Excepto en los casos de niños se realizan con anestesia local, para que así el paciente colabore en la cirugía, y así el resultado sea el más exacto y predecible posible.
Se trata de una cirugía muy reglada y predecible. El riesgo más frecuente es el de tener algo de hematoma incómodo los primeros días, que rápidamente desaparece. En algunos casos el nivel palpebral obtenido no es el deseado, por lo que una corrección posterior deberá ser valorada.