El paso a paso del implante de lentes intraoculares para la presbicia
18/06/2024
La presbicia o vista cansada es un defecto refractivo que se debe a la pérdida de elasticidad del cristalino, la lente natural del ojo que permite enfocar los objetos a diferentes distancias, lo que se conoce como la acomodación.
Con los años el cristalino pierde progresivamente su elasticidad natural y se vuelve más rígido, por lo tanto menos flexible. La pérdida progresiva de la capacidad de acomodación generalmente se manifiesta a partir de los 40 años y evoluciona con el paso del tiempo.
El conjunto de estos síntomas de la vista cansada conlleva fatiga visual.
La presbicia no se puede prevenir porque está ligada al proceso de envejecimiento del ojo. Es importante realizar los controles periódicos a partir de los 40 años, pues está relacionada con la edad y es cuando suelen aparecer los síntomas.
Se han propuesto diversos ejercicios y suplementos nutritivos (como la luteína) para retrasar el inicio de la presbicia pero, hasta el momento, no existen evidencias científicas de que sean efectivos.
Una forma de recuperar realmente la acomodación fisiológica sería la substitución del contenido del cristalino por un gel transparente y elástico que rellenaría el saco capsular (Phaco- Ersatz).
Otra posibilidad, con la llegada de los láseres ultra-rápidos (de femtosegundos) se empieza a plantear la opción de hacer cirugía en el cristalino sin afectar a su transparencia, eventualmente recuperando así su elasticidad y función acomodativa.
La presbicia no se cura pero existen métodos para paliar la dificultad del enfoque y, por lo tanto, podemos hablar de la corrección de la presbicia.
Corrección óptica
Existen diferentes tipos de gafas:
También existen las lentes de contacto bifocales o multifocales, que se deberían adaptar de forma individualizada en cada paciente.
Corrección quirúrgica
Ninguno de los métodos quirúrgicos propuestos hasta ahora, ha sido capaz de restaurar una verdadera acomodación, en el sentido de capacidad dinámica y continuamente variable, para enfocar a todas las distancias, sólo ciertas formas de remediarla en mayor o menor medida.
Cirugía láser
Consiste en moldear la córnea y de esta manera modificar su asfericidad aumentado la profundidad de foco, compensando así la pérdida del acomodamiento del cristalino.
Otras técnicas quirúrgicas sobre la córnea incluyen desde la de monovisión mediante láser (tipo LASIK o similares) corrigiendo un ojo para ver bien de lejos (ojo dominante) y otro para ver bien de cerca (ojo no dominante), hasta las creaciones de córneas bifocales o multifocales (presbylasik). La principal desventaja es que son procedimientos irreversibles.
Implante de lentes intracorneales
Implantación en el espesor de la córnea de finos lentículos, sea levantando un colgajo como en un LASIK o creando un bolsillo interlaminar. Estos implantes pueden ser de tipo refractivo (lente intracorneal), incluso para crear una córnea bifocal o bien en forma de diafragma sin poder óptico. Esto son procedimientos reversibles.
Implante de lentes intraoculares
Consiste en sustituir el cristalino por una lente pseudofáquica (ya sean lentes bifocales, multifocales o de rango extendido), estas lentes no sirven para todos los pacientes, por lo que es necesario realizar un estudio preoperatorio completo.
Además presentan ciertas limitaciones en la calidad visual y a veces molestias sobre todo en la visión nocturna, aunque es el cerebro el que en la última instancia escogerá la imagen que interese en cada momento y su capacidad de adaptación puede compensar muchas de las imperfecciones del sistema.
El éxito de la cirugía refractiva dependerá en gran parte de la individualización del tratamiento en base a un buen diagnóstico y a una correcta indicación de la técnica quirúrgica.